Prólogo de Una plática en el mausoleo al calor del tequila.

portada_libro 2 blog“Una Plática en el Mausoleo…al Calor del Tequila”, del novel escritor Carlos Galván Villanueva, resultó para mí, un “magnífico ensayo”; al que el autor denomina “novela”, y que no deja de asombrarme; al igual que entretenerme e instruirme, en los episodios específicos de la Revolución Mexicana de 1910, en torno de ese su personaje central… Rodolfo Fierro; general villista de la División del Norte, acreditado en la Historia, como el “carnicero de Villa”, asesino brutal e ingobernable, de apariencia fría e imperturbable, cuya mayor cualidad sería, una fidelidad inquebrantable y definida en su permanencia, a su jefe y líder, el Centauro del Norte.
Episodios que la Historia, los cuentos y el imaginario popular, narran en su despiadado dramatismo, y que Galván, de una manera audaz e imaginativa, logra actualizar con sus personajes principales; utilizando un estilo ingenioso y novedoso, si bien no en la Literatura, si en nuestra actualidad literaria; en donde mezcla sus estudios de investigación, con recursos de esoterismo y reflexión personal, brindándonos con ello, otra óptica de juicio de los temas a develar; y nos obliga a analizar de una manera mayormente magnánime, o por lo menos diferente, al paradigma en que teníamos clasificado al general Fierro; guiándonos además a descubrir al hombre común y sensible, que muy en su interior, animó en Fierro.
Si bien comprendemos la buena voluntad del autor, y su deseo de redescubrirlo a su muy personal idea y criterio, su narrativa nos da la oportunidad de reflexionar y conocer de manera más amplia e integral al personaje. Por lo menos para los que teníamos ya, algún conocimiento del general Fierro.
Y con esa audacia, el autor llega a dejar la puerta abierta, para repetir su propósito con otros importantes personajes de la revolución; lo que a más de sorprenderme, ofrece la oportunidad de actualizar la controvertida temática revolucionaria, tan cercana a las historias de nuestras familias y nuestros antepasados y tan identificada con nosotros y nuestras idiosincrasias; de la que no debemos privar a nuestras nuevas generaciones que con esta técnica de presentación tienen la oportunidad de acceder a la Historia, de una manera amena y analítica.
Felicitamos de antemano al perspicaz autor y le auguramos y deseamos grandes éxitos literarios, en un futuro mediato.
Ernesto Visconti Elizalde
Chihuahua, Chih. Abril 2015

1 de Noviembre.

… “Aquel lugar que antes había estado abandonado por tanto tiempo, ahora era el centro de reunión de varios ciudadanos, la promoción de la apertura de tan histórico sitio había levantado la morbosidad de muchos, aquel lugar que años antes había sido consumido por el fuego precisamente 100 años atrás, ahora volvía a abrir sus puertas en clara señal para retomar la fama de sus fiestas de aquellos años y como ironía del destino, abría el mismo día que había sido destrozado por un incendio que nunca pudo ser explicado. Ahora los nietos de los que disfrutaron aquellos días de gloria del Cabaret La Puerta al más allá, se habían reunido y solo por casualidad tal vez, solo tal vez ocupaban las mismas mesas que sus abuelos.
La promoción a tan singular lugar había inundado todos los comercios de la localidad, los grandes poster pegados en las vitrinas era los mismos que habían sido usados 100 años atrás, tal pareciera que los anuncios había sido ajenos al fuego pero si reflejaban el paso del tiempo en ellos, ese color amarillento de añejados estaba impregnado en ellos, en los posters se leían que el gran baile seria de disfraces celebrando el Día de Muertos y en especial invitaba a todos los concurrentes a asistir caracterizando a la muerte para bailarle a esta, en ese mismo letrero se avisaba que La Orquesta del Averno amenizaría ese evento. Un pequeño letrero adicional a los poster daba la fecha actual y decía: Recordemos los buenos tiempos, veneremos a nuestros abuelos y padres que alguna vez asistieron, retrocedamos en el tiempo, asiste caracterizando a la muerte o de una vestimenta de los 50’s, no te podrás resistir a las notas de la Gran Orquesta del Averno.
El día del baile inmensa fue la fila de concurrentes para entrar, todos esperaban que las puertas se abrieran, el morbo de ver el interior estaba presente en todos, puesto que el exterior había sido decorado como en aquellos tiempos, el edificio parecía arrancado del tiempo, las grandes ventanas adornadas con maceteros y rematadas con medios paraguas, en lo alto del edificio unas cornisas lo adornaban, el color blanco y rojo sobresalían de su fachada, las puertas eran enorme de madera de ébano con incrustaciones de hierro trabajado en el que dejaba ver 8 caritas de ángeles que formaban un circulo y al centro de estas, un enorme rostro de un demonio el cual estaba divido a la mitad por que cada uno de los lados estaba empotrado a su respectiva puerta y debajo de esta, fierro forjado simulando llamas. Afuera los presentes empezaban a moverse con el ritmo de la música que sobresalía del edificio, decenas de catrinas, de peinados altos, levitas y sombreros se contoneaban al ritmo, las risas y el platicar de los concurrentes empezaba a subir de volumen. De repente la música ceso dando paso a un silencio en los concurrentes, algunos voltearon a ver el reloj que portaban, eran las 10:00 de la noche, todos observaron que las grandes puertas se empezaron a abrir lentamente, toda la multitud se agrupo a la entrada, las puertas siguieron abriéndose permitiendo a la gente adentrarse al salón. El salón parecía ser un edificio de tres pisos en el exterior, en el interior no existían tales pisos, por lo cual el techo estaba alto y sujetaba un candelabro de aproximadamente 10 metros de diámetro del cual cientos de luces iluminaban la lustrosa pista de baile, las mesas alrededor de esta con hermosos centros de mesa en vidrio y aluminio y engalanados con flores, al fondo en una tarima de 1 metro y medio de alto ya estaba la orquesta lista, las cortinas de las ventanas cubrían en gran parte también las paredes, desde una altura de 8 metros caían como en cascada de fuego y sangre algunas con estampados de pasos de baile, curiosamente en ellos se reflejaba la muerte danzando, las paredes adornadas con grandes cuadros que mostraban escenas dantescas y otras de ángeles que contrastaba a las anteriores. Los mozos cortésmente preguntaban los nombres y los llevaban a algunas mesas que previamente habían sido reservadas para algunas familias, cada concurrente pasaba la vista por todo el salón observando cada detalle que en suma los hacía retroceder a lo que se había contado del antiguo cabaret, tal parecía que todo estaba en su lugar. En cada mesa estaban diferentes botellas de alcohol las cuales fueron empezadas a ser consumidas, no había pasado más de 25 minutos, cuando la orquesta empezó a tocar las melodías de antaño, la gente empezó a cubrir la pista de baile, los grandes bailadores de tango se posesionaron del centro de esta y empezó la fiesta, unos bailando, otros observando los pasos magistralmente ejecutados, otros más platicando al calor del alcohol y felicitándose por las caracterizaciones de Catrinas, cadáveres y muerto. La fiesta proseguía en todo su apogeo.
Horas antes en una de tantas casas del pueblo, Mónica y Sandra se daban los últimos arreglos a su caracterización de la catrina, aun cuando sus padres no las dejaron asistir, ellas irían caracterizadas para que no las reconocieran, era el secreto que ambas guardarían, todo como un plan para que Mónica celebrara su cumpleaños quince ese mismo día. Pablo su novio le había invitado al baile pero le informo que sus padres no la habían dejado asistir, pero que ella iría al baile con su hermana caracterizada ambas de Catrinas. La caracterización de Mónica era soberbia, la pintura blanca en su cara no cubría todo su rostro, la cuenca del ojo izquierdo había quedado descubierto de pintura pero en ella se veían sus hermosos ojos azules escoltados por largas cejas, las pestañas en armonía perfecta con este y un hermoso color azul con negro enmarcaba el ojo, nariz y ojo derecho cubiertos de negro y unos detalles rojos lo remataban, tanto frente y barbilla tenían figuras de círculos y líneas las cuales exaltaban el bello rostro de ella, la boca graciosamente agrandada por la pintura, se perdía a pocos centímetros de llegar a las orejas, tanto pintura como rostro habían quedado en perfecta armonía. Su cabellera natural que llegaba hacia la parte media de la espalda, caía perfectamente de un sombrero vaporoso a medio cráneo y una pañoleta rosa amarrada a su derecha acompañaba la caída de la cabellera, su vestido negro ajustaba perfectamente a su cuerpo el cual dejaba a la imaginación los atributos que la naturaleza le había prodigado. Todo estaba listo para ir al gran baile.
Ya adentrada toda la concurrencia al disfrute del momento, a excepción de Pablo que esperaba el arribo de su amada Mónica a quien esperaba en las primeras sillas colocadas en la entrada. Todos los demás estaban extasiado en su actividad y paso desapercibido que los mozos hicieron valla a la entrada del salón, a Pablo se le hizo extraño pero se levanto en el acto cuando vio que una hermosa catrina entraba al salón, tres mozos discretamente le bloquearon el camino los demás ya estaban acomodados para que la recién llegada y su acompañante solo pudieran caminar por el espacio cedido por la valla humana, camino que los llevo directamente a la pista, metros antes de llegar a esta, una catrina desvió su camino al ver a unas amigas, la otra en un estado de admiración al lugar no se percato y siguió caminando derecho, faltaban unos pasos para llegar a la pista cuando al final de la valla se apareció un caballero elegantemente vestido con una levita negra, un hermoso sombrero de ala corta ladeado y un pañuelo rojo al cuello que resaltaba la calavera que este se había dibujado en el rostro curiosamente, dejando libre de pintura el ojo derecho de su rostro, siendo este solo enmarcado por una acentuación de rímel en el contorno del ojo, extraña curiosidad que hizo que ella se impactara, de modo que cuando el caballero le extendió la mano para bailar ella cedió al impulso de acercarse a él. La mano del caballero tomo la mano de ella y a media altura la encamino al centro de la pista, dócilmente la jalo hacia su cuerpo y poso la mano derecha sobre la cintura de ella, la dama sintió un escalofrió que recorrió la espalda pero una sensación de calor que también le cubrió el cuerpo le relajo. De la misma manera que los mozos hicieron valla, de esa misma manera, imperceptible para los concurrentes volvieron a sus ocupaciones de atención a los concurrentes. Pablo seguía franqueado por los mozos.
Ambos, bailaron, se contonearon y ella dócilmente se dejaba llevar en todos los pasos de tango, tal parecía que tenían siglos conociéndose y bailando, su baile como todos los bien ejecutados era una seducción tanto para los que bailaban como para que los observaban, el cruce de piernas, el movimiento de cintura, el contubernio de dejarse ser acostada en los brazo del galán dejaban todo a la imaginación de la concurrencia debido a que su bailar era digno de admirarse, todos veían a la pareja al centro, la pista era solo para ellos. A un movimiento del brazo del caballero hacia las luces, estas bajaron de intensidad, con los pasos del baile seguían recorriendo los cuatro vértices de la pista. Habían pasado algunas horas desde que empezó el baile. Todos los concurrentes se fueron acomodando alrededor de la pista, todas las catrinas y hombre disfrazados de cadáveres empezaron a ser contagiados por los danzantes y empezaron a moverse en su lugar al ritmo de la música, Pablo por una extraña sensación también se estaba al borde de la pista observandolos….
….Las antes figuras que decoraban el lugar, empezaron a bailar y a desprenderse de su cautiverio, 100 años atrás habían realizado algo similar, estas se fueron entremezclando con los concurrentes, los danzantes seguían ejecutando su baile nadie se percato que las cortinas empezaban a incendiarse. La dama que bailaba extasiada en los ojos de su pareja, veía como cambiaban de apariencia y se volvían más negros, la tonalidad de la piel se volvía roja, su nariz se agrandaba, su traje de fina tela pasaba a tener una transmutación a una hermosa piel de lobo brillante, el lugar empezó a oler a azufre, unos cuantos comensales que se dieron cuenta empezaron a abandonar el lugar despavoridos lo cual ocasiono que los demás se despertaran de tal transe y corrieron a las afueras. Todos habían visto como el danzante se le observaban piernas de cordero, cuernos en el cráneo y una cola con terminación en una especie de corazón, del candelabro empezó a caer lenguas de fuego que empezaron a cubrir a los danzantes, ellos en medio y alrededor de ellos bolas de fuego que seguían el compas de la música, una risa provino de la dama quien ya estaba postrada al centro de la pista, un testigo presencio todo eso, el fuego fue consumiendo todo a su alrededor, la pista de baile fue cubierta por las llamas que ascendían hasta el techo, las cortinas también estaban envueltas en llamas, fue el último en salir del lugar, todo el interior se consumió, los únicos que se quedaron adentro fueron ellos, la pareja, los mozos y la orquesta, al salir, las puertas se cerraron y el lugar se quemo en unas horas por llamaradas que alcanzaban alrededor de 30 metros de altura.
Al día siguiente, en solo dos casas del pueblo se lloraba, en las demás se comentaba donde como había iniciado el fuego y donde estaban hospedados los mozos y la orquesta, nadie sabía nada de ellos. Sin embargo los padres de Mónica le lloraron toda la vida y Pablo vio claramente que Mónica bailaba con Satanás.”
El anciano que tenia a todos los concurrentes extasiados de la peluquería con la plática había callado. Uno de ellos le pregunto porque contaba esa historia. El anciano de 115 años señalaba el letrero que habían acabado de poner en la vitrina y dijo: Dentro de 15 días se cumplen 100 años de ese evento, el edificio sigue de pie y ahí está la invitación al baile de los muertos otra vez.
Ismael, otro anciano de 75 años solo dijo: ¡Pinchi Pablo todavía sigues con eso!

Se imaginan…

Se imaginan….
Lugar: Zócalo en el momentos que el Presidente da el grito.
EL presidente sale al zócalo, los pocos ciudadanos que lo acompañan ya fueron alimentados con torta y soda, quienes momento antes estaban viendo el gran espectáculo gratis en donde los más queridos ídolos de televisión ofrecieron los mejores pasos de baile y sus voces fue ofrecida generosamente a todos los concurrentes. Las luces se apagan y se enfocan en el balcón presidencial donde empieza a aparecer el “líder” de esta gran nación. Seguro de sí mismo, con pies de plomo, demostrando que el nada sabe, nada teme y en una aparición de telenovela se ve la figura presidencial en el palco donde se escuchara un grito jamás dado ahí, pero la efervescencia patriótica se ha enfocado en ese preciso lugar para ser descargada a lo ancho y largo del país. El presidente en turno, se para a la orilla del balcón dando la frente a los concurrentes. Todos guardan silencio para el esperado grito. Su mano derecha firme y segura de su camino, toma la reata que hará sonar la campana de Hidalgo, con la izquierda, ayudado por un porta bandera que se sujeta a sus hombros y agarrando con extrema firmeza el lábaro patrio, voltea a ver a los ciudadanos que esperan el presagio de todos los años….Baja el brazo derecho y la primer campanada retumba en todo el zócalo, en ese momento… la bandera aun cuando no hay aire, empieza con un bailoteo a su alrededor como si el aire la estuviera moviendo. Segunda campanada: La mano firme del presidente jala otra vez con decisión la soga y la campanada no se hace esperar, su ruido hace cimbrar a todos los presentes y la bandera, nuestra águila con todo el orgullo se abre y ondea en todo su esplendor colocándose como por arte de magia detrás de nuestro líder, una estampa poco vista desde hace mucho tiempo: El balcón patrióticamente enseñoreado, luciendo con una soberbia como pocas veces, atrás de el, el presidente dignamente vestido con los mejores trajes europeos, recordando a Porfirio Díaz, su peinado implacable, inamovible, sus ojos viendo siempre al frente con esa actitud que impacto a las damas las cuales ofrecieron no solo sus votos sino algo más. Y atrás de el, protegiéndolo el lábaro patrio, el rojo a su derecha, el verde a la izquierda y el águila, como siempre protegiendo a sus más leales seguidores y para cerrar la heroica imagen o tal vez por azares del destino, se ve el águila arriba de su cabeza. Tercer campanada: Súbitamente, como si lo bandera abrazara a su protegido, cierra sus brazos y abraza al presidente, el rojo que representa la sangre de todos nuestros héroes nacional y el verde que es la esperanza de todos los mexicanos se han fundido en uno solo y abrazan con toda su fuerza al presidente. O que gran acto, la misma bandera le hace de guardián y ofrece sus colores, su cuerpo para proteger a su representante. El sonido de la campando no ha desaparecido por completo cuando repentinamente, nuestra Águila, si nuestra querida Águila, esa Águila que nos ha enchinado la piel y que hemos muchas veces denostado, avergonzado y hasta renegado de ella, emprende su vuelo hacia el vacio… Sus alas esta vez no se abren, esta vez el águila cae por el precipicio llevando a su presa en su caída. En ese vuelo, aprisiona a su víctima, el individuo y el lábaro caen. La concurrencia solo ha expresado un grito de angustia que se pierde en la infinidad, miles de ojos ven caer la esperanza, la libertad y la sangre de los mexicanos….Momentos antes de estrellarse en el suelo, por un extraña coincidencia con el aire que empieza a soplar de norte a sur, la bandera se desprende del cuerpo, abre sus colores y emprende un vuelo de regreso al balcón. Noblemente se coloca en la orilla de este y ondea a todo lo largo….el mensaje de este, lo descifro pero…cada uno de los presentes en el zócalo, tiene su conclusión.
En el cielo mexicano, Juan Escutia reniega del hecho y solo acerta a decir: ¡No eso es mío, solo mío!, soy el único que ha muerto de esa manera. Margarito Suazo lo voltea a ver y le comenta: ¡Ahora si vas a saber que se siente que las acciones de otro te las asignen a ti!